lunes, 15 de febrero de 2010

Sin Miedo: Willie Miranda Marín saca la cara por un Puerto Rico de futuro.

El día del natalicio 112 de Luis Muñoz Marín, Willie Miranda Marín, el alcalde del nuevo País de Caguas, le dijo a Puerto Rico que entre el pasado y el presente de la realidad de la Ínsula, propone asumir un proyecto de futuro que requiere que “seamos capaces de no tener temor; que podamos, como nos exigió Doña Inés, andar de frente y sin miedo”. Fue en el parque que lleva el nombre de la maestra de la Escuela Superior Central y ex Primera Dama de la Isla, que Willie habló sin pelos en la lengua y planteó: “Necesitamos hacer lo que haya que hacer, sin consideraciones políticas cortoplacistas que secuestren el compromiso de la gestión política que el país exige. Pensar en las nuevas generaciones y no cobardemente en las próximas elecciones”.

Fue más lejos, citó a Muñoz Marín, a finales de las década del 70, cuando advirtió: “Yo veo los defectos del Partido Popular, y si creyera que debía derrotarse para bien de Puerto Rico no debía tener impedimentos, sino más bien estímulos de conciencia para hacerlo”. Esa es la honestidad intelectual e histórica de un Willie Miranda que está luchando contra su cáncer de páncreas.

Willie, como le llaman sus correligionarios y los que no lo son pero que lo ubican como un administrador “fuera de serie”, habló de frente y sin miedo y dijo, para pena de Héctor Ferrer y de su embeleco de Pacto de Futuro: “Y la soberanía política es hoy, por el contrario, la herramienta indispensable para construir el proyecto colectivo de un pueblo”. Y la soberanía se come con ‘tenacidad, tenacidad, tenacidad’. Con la frente en alto y llamando a las cosas por su nombre. “Perdiéndole el miedo a las palabras, a los significados y a la verdad histórica. Errores a los que son errores, colonia a lo que es colonia, soberanía a lo que es soberanía, nación a lo que es nación, patria a lo que es patria, independencia a lo que es independencia, estadidad a lo que es estadidad, miedo a lo que es miedo, prosperidad a lo que es prosperidad, desarrollo a lo que es desarrollo y dignidad a lo que es dignidad”.

Cuentan que desde su silla, Héctor Ferrer, sudaba como lechón en lucha y cuando se levantó de su silla, hasta manoteó tratando de deshacerse de lo que allí había escuchado. Ni Jorge Colberg, ni José Alfredo Hernández Mayoral, lo acompañaron para recibir aquél balde de agua fría. Lo dejaron solo. Solo estaba junto a Héctor, el ex secretario del DACO, Alejandro “Lindin” García Padilla, que parecía que lo habían cogido en pifia hablando por celular en una gasolinera y por poco se prende aquéllo en candela tras la chillá de zapato que dio cuando salió del parque donde el sol castigaba impunemente a los que fueron llamados cobardes y temerosos.

Otro que se juyó y no habló con la prensa fue, Aníbal Acevedo Vilá. Unos dicen que fue el gran perdedor de la tarde. Allí quedó su posible plan de rescatar al PPD de las tinieblas. Willie hizo lo que nunca se atrevió a decir Aníbal. Vamos a la soberanía política, dijo el Alcalde y eso supone, acoger el discurso de justicia social que no está “al frente” como dijo el ex gobernador sobre el PPD, que no estaba ni a la derecha ni a la izquierda. No, le dijo Willie, el PPD o se ubica del lado de una izquierda que ha propuesto tradicionalmente, los proyectos a favor de la equidad y el desarrollo a base de la igualdad, la justicia e intercultural o sencillamente, hay que acoger la “ruptura”. Con sus logros y vicisitudes, pero ahí ha estado la izquierda sacando la cara por la mayoría.

A su salida del parque Inés María Mendoza, Ferrer trató de decirle a la prensa que Willie repitió lo que él le ha dicho al país en cuanto al pacto de futuro. “Wrong Héctor, wrong”. El discurso del soberanista Willie incluyó lo que dirían aquí en la Ínsula, lo que sería su programa de gobierno y la clase de gente que debe estar en esa gesta de futuro. “Se necesita un equipo de personas arrojadas, preparadas, comprometidas, motivadas y visionarias de todos los partidos y grupos políticos, de todos los segmentos de edad, dispuestas a entregarle su mejor esfuerzo a la reconstrucción nacional, mediante un proyecto de país con estrategias concretas y precisas, a la altura de nuestros tiempos”.

Sila María Calderón salió feliz. “Coincido totalmente”, contestó una sonriente ex Gobernadora cuando se le preguntó si coincidía con la línea ideológica del discurso de Willie. “Dentro del ELA”, añadió como confundiendo los conceptos pero feliz de que el Alcalde de Caguas haya hablado claro.

Otros menos felices fueron Victoria Melo Muñoz y Héctor Luis Acevedo. Se quedaron en el ELA del 52 y parecieron no escuchar a Willie cuando dijo sin miedo.

Del sector de la estadidad, hasta la ex secretaria del Partido Nuevo Progresista (PNP), María Milagros Charbonier, le dio la razón a Willie. “Ojalá la gente de mi partido hablara tan claro. Felicito al Alcalde por ese discurso. A este país hay que hablarle claro”.

Y así las cosas…parece que el 15 de febrero marcará la realidad de un antes y después del Partido Popular Democrático de Luis Muñoz Marín. O se reinventa o desaparece y con la combatividad de su misma gente, tal y como lo exige la conciencia Muñocista.