¡La guagua va en reversa!

La imagen se recreó en los medios. La guagua que Luis Fortuño tenía para el pueblo al que le pidió el voto en el 2008, la utilizó el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, para llegar con sus compañeros legisladores hasta la sede del Tribunal Federal en Hato Rey a apoyar al acusado de corrupción pública y también legislador y abogado, Héctor Martínez.



Cual reses al matadero, llegaron a la Corte Federal y desfilaron por el “pasillo de los lamentos”, Roberto Arango, Margarita Nolasco, Norma Burgos, Lorna Soto, Larry Seilhamer, José Emilio González y las magníficas, Lucy Arce y Migdalia Padilla, a quienes cuentan que el ex senador Carlos Díaz y el convicto, Jorge “Ñañito” De Castro Font, las quieren como a sus hermanas.



Fuentes de Insula tv informaron que antes de montarse en el Blue Corruption Party Bus, Kimmy Raschkee estuvo una hora en el teléfono hablando con Lady Gaga, consultando a la british diva lucir regia en su visita al foro federal; que Carmelo Ríos le dijo a su esposa que aprovecharía para hablar con el juez presidente de la Corte, José A. Fusté, sobre su proyecto de custodia compartida y que Evelyn Vázquez, por poco no sale del Capitolio cuando se enteró de que los federales tienen jurisdicción en su proyecto de ley para sacar “galeones de oro” de las profundidades del mar.



Roberto Arango practicó inglés en el baño de su oficina y uno de sus ayudantes tuvo que explicarle que el curso de “aprenda inglés” dura mucho más de una hora para los cubanos en el exilio; Norma Burgos y Lorna Soto se embetunaron de “lipstick” rojo chancleta y rezaron una letanía al fenecido “Coquito” antes de salir de sus oficinas. “Como olvidarte…contigo fuimos al estrellato en cárceles y conciertos. Tu con “hawaianas” de Cacolina y nosotras con sets de hilo que paga el pueblo. Ruega por nosotros”. A Nolasco le dio un dolor de estómago que le duró el camino entero, pensando en que podría encontrarse en la US Court, con uno de los agentes que la investigaron cuando era alcaldesa de Coamo, por mal uso de fondos de FEMA. “Ay Tommy, no me hagas esto”, le decía al presidente senatorial, dejando los tacos chillaos en el mármol del Capitolio mientras éste la alaba por el brazo. Itzamar Peña se tiró un “Aleluya” y le pidió a Dios que los acompañara. Ese fue el día en que cayeron rayos y centellas en Hato Rey y la guagua de Fortuño comenzó a caminar en “reversa”.



Los demás, los legisladores desconocidos, por los que usted votó ante la promesa de cambio y sólo sirven para seguir instrucciones de Rivera Schatz, se les vio llorar, pedir por sus presupuestos de oficina; por los emple@s de sus familiares; por los barriles de sus distritos y arrodillarse para que no delatara sus andanzas con amantes.



El último intento de José Emilio González de bajarse de la guagua, le costó casi una bofeteada del alemán, que lo menos que habló fueron lenguas y lo llevó hasta la cocina de la guagua, de donde como voz de ultratumba, el senador Luis Daniel Muñiz, gritó al conductor: “Macaracachimbeeeeeeeee…….



Tira la palanca y endereza

Que la guagua va en reversa

Oye, la guagua va en reversa

Que la guagua va en reversa

Traime la maraca y dame fiesta

Que la guagua va en reversa